El restaurante en cuestión está en un lugar increíble, tanto por la belleza del paraje como porque parece imposible que alguien pueda concebir el abrir allí un establecimiento de este estilo. "La fuente la lloba" se encuentra en un pequeño pueblo llamado Huentes, que si lo buscáis en el mapa ni aparece, es una aldea que está en la ladera del Sueve, entre Villaviciosa e Infiesto.
Como esto no es un blog gastronómico...al menos no solamente os contaré un poco de esta pequeña ruta de 60 kilómetros, vamos que tampoco es el Dakar ni mucho menos.
Salimos de Gijón camino a Villaviciosa, aprovechamos que era fiesta solo aquí y tuvimos toda la carretera para nosotros solo, en los 25 kilómetros que separan las dos villas vimos nada más que tres motos y no creo que más de una docena escasa de coches. La carretera no os la comento porque ya la tengo muy trillada en este blog, pero si os dejaré alguna foto de la ría, que nunca está de más.
Hicimos parada y fonda en la "Casa del indiano", un bar al que si vais un fin de semana encontraréis más de un motero, aunque no es un bar con ambiente específico. Paramos, realmente no porque hiciese falta, sino porque me apetecía un día tranquilito y la terraza junto con los primeros rayos de sol cuasiprimaverales invitaba a estar como los lagartos.
Seguimos camino por una carretera, la AS-332, por la que muy pocas veces fui, creo que desde que tengo moto no había pasado por alli, la vía es casi perfecta, continuas subidas y bajadas, curva y contracurva, con un asfalto excelente, durante otros 20 o 25 kilómetros, además esta no creo ni que esté transitada los fines de semana. Como todas las carreteras que se meten o aproximan a la sierra del Sueve tiene unas vistas impresionantes.
Un detalle curioso, se pasa por un pueblo llamado Sietes, elegido por MS para presentar si Windows 7 y hacer un anuncio emitido en todo el mundo:
Al acabar ese tramo llegamos al cruce con la AS-258, que aunque también tiene unas vistas preciosas no deja de ser un camino de cabras mal asfaltado, lleno de baches, estrechísimo y con gravilla suelta..pero el destino lo merecía, unos pocos kilómetros más adelante vimos el desvío del restaurante, bien marcado en la carretera, nos metimos por un cuesta que ríete de L´Angliru y poco más adelante ya estábamos allí.
El restaurante es una casa de aldea rehabilitada por la pareja que lo lleva, un español, de Barcelona creo, y un japonés, según leí en algún sitio se conocieron trabajando de directivos en una multinacional, se cansaron de aquello, se liaron la manta a la cabeza y abrieron un japonés en el sitio de España que más les gustaba...y acertaron. La verdad es que me sorprendió ver el restaurante lleno un martes, aunque fuera fiesta en algún municipio.
Comimos bien, allí no se pide, es menú cerrado, creo que al reservar(si pides para un fin de semana tengo entendido que la espera son 2 meses) puedes hablarlo y lo modifican, pero lo normal es ir y que te pongan lo que tienen. Nos zampamos unas algas con sésamo, un tofu riquísimo, bonito braseado con cítricos(espectacular), tempura, sushi y helado de sésamo con bizcocho de jengibre, todo regado con sake caliente y además de un té verde y unos chupitos de licor japonés de ciruela roja...mereció la pena ir hasta allí, a quien le interese, porque se que el precio es importante, por cabeza sale por unos 40 lereles, 30 más o menos solo el menú.
El té y los chupitos nos los tomamos en la terraza con vistas al valle que con una pipa con tabaco aromitazado era la gloria. Teníamos los Picos de Europa al fondo...¡qué paz se respira en aquel lugar!, solo pasar unas horas allí relaja.
Una foto del lugar procesada en HDR...tenía que ponerla:
Después de dejar aquello atrás casi con pena(casi pido que me adopten) volvimos a Gijón por donde nos vinimos, no lo suelo hacer, no me gusta recorrer la misma carretera dos veces en un día, pero la otra opción era ir hasta Infiesto, y no sabía hasta donde llegaba el camino de cabras que antes cité. Así que sin más nos volvimos a casita.
Jardín zen a la entrada del restaurante:
También os dejo la localización del lugar en el mapa de Google, por si os es útil:
Hombre, pues yo te agradezco el comentario y la sugerencia. Habrá que acercarse a probar. Para ir con mi señora y el peque por dónde hay menos curvas? Mejor ir hasta Colunga por autovía y allí coger la ctra. a Piloña? Y de precio qué tal? Razonable? Caro? Barato?
ResponderEliminarComo comento el precio es de unos 30€ el menú de cinco platos más postre, más bebidas y lo que tomes después, la bodega no es nada amplia, pero está bien escogida y no es cara, aunque recomiendo el sake caliente, unos 9€, lo de caro o barato lo dejo a elección del consumidor, cada uno tiene su criterio, aunque a mí como experiencia no me pareció cara.
ResponderEliminarSi te decides a ir y lo haces con tiempo puedes incluso reservar el tatami, más típico japonés.
Para ir yo recomiendo la ruta que hice, si sales de Gijón, el Google Maps te manda por Colunga, pero según me comentó el camarero la mejor ruta es la de Villaviciosa.