lunes, 20 de diciembre de 2010

La verdadera historia de los motores Harley.

Este sábado tuve la cena de empresa,llegué de los últimos y aparqué la moto.A la salida uno de los compañeros que trabaja en otro centro vio mi moto y empezó a decir:"que moto más guapa","que bonitas son estas motos"..."es que las Harleys son una pasada"...hasta que se fijó en el depósito y vió que ponía "SUZUKI",entonces empezó a despreciar la moto por no ser HD,no es que me importe mucho la opinión de alguien que no distingue una moto de otra pero comenzó a ensalzar a las americanas,por lo de siempre...vio sólo películas yankees y se creyó todo lo que le cuentan en ellas.Y como se que más de uno y dos se creen toda la publicidad pues me decidí a escribir esto.

Dentro del mundillo motero a veces se oye hablar de los "míticos" motores Harley,de su originalidad y en definitiva hablar de ellos como los primeros y casi únicos motores de su clase.Y realmente dista mucho de la realidad.Ya desde sus comienzos.

La historia de la marca comienza en 1901,cuando William Harley y Arthur Davidson construyen una máquina de 175cc para competir en las carreras de la época.Este prototipo es perfeccionado y en 1903 se constituye la sociedad y comienzan a comercializarlas.

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Este primer modelo es un monocilíndrico,en este punto algún que otro lector se sorprenderá al ver que una HD no monte un V-Twin,pero es que ni lo montan desde el principio ni durante toda su historia,ni tampoco lo inventaron.Este motor es un plagio de un motor francés(c´est ne pas posible!!) de la marca Dion-Bouton que un amigo llamado Krugger les hace llegar los planos desde Francia.Este motor es un 400cc y 3cv de potencia con el que sus cinco propietarios hicieron 163.000 kilómetros en total sin averías serias, primer y único caso conocido en la historia de la marca.

Este motor se va perfeccionando hasta que en 1906 con un cubicaje de 500cc desarrolaba los 4,3cv.

En 1908 comienza la historia de los V-Twin y las Harleys con un prototipo de 810cc y V a 45º y 7cv de potencia.Pero no fue hasta el año siguiente que este motor se montó en una moto de serie.Alguien ahora dirá: "entonces si que Harley inventó los V-Twin"...la respuesta es "NO",este motor desarrollado a partir del fiable motor francés no es más que un giro dado por la marca arrastrada por el mercado ya que las Indian lo montaban ya en 1905 y primero los hicieron las francesas Grifon (otra vez los gabachos,al final los customeros tendremos que aprender francés) en 1903.

Primer V-Twin Harley.

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Este primer V-Twin de Harley tiene problemas,ya que partía las correas de transmisión porque estas eran muy endebles,este primer motor en V es retirado del mercado hasta que en 1911 se solucionan los problemas de la correa con un sistema de rodillos y vuelven a producción.

A partir de aquí siguen saliendo motores V-Twin,cada uno denominado por la forma de la cabeza del cilindro y subiendo progresivamente de cilindrada,así salen el "Flathead"(cabeza plana),"Knucklehead"(cabeza de nudillo)...aún así estos motores estaban por detrás de la otra clásica fabrica americana,las Indian.Alguno preguntará,¿entonces porque siendo mejores las Indian no tuvieron el empuje de las HD?,y aunque sea para otro post baste decir que los de Indian eran bastante peores como comerciantes que como constructores,ni tampoco tenían los contactos que si tenían en su competidor.

Indian 101 Scout,para muchos la mejor V-Twin de la historia.

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Y ahora a lo que íbamos,a buscar los "No V-Twin" en la historia de la marca.

Durante la II Guerra Mundial los aliados especialmente el ejército americano usaban motos Harley pero en contraposición a las motos de los alemanes,las BMW,eran motos de alto mantenimiento y baja fiabilidad.Así que el ejército yankee encargó un motor de tipo boxer(cilindros contrapuestos) al estilo de las BMW.así se creó la Harley-Davidson XA una rareza de 750cc y que tiene la cualidad de ser la única HD que no te freía los huevos estando parada.

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domingo, 12 de diciembre de 2010

El Mensaka del semáforo.


Artículo de Arturo Pérez Reverte en XL Semanal,me pareció muy bueno:


La moto está parada en el semáforo de un paso de peatones, con un pavo encima: un mensajero con el rotulo fosforito de su empresa en la espalda. Detengo el coche en su aleta de babor y miro la máquina. Pese a la caja portaequipajes del asiento trasero, me recuerda la hermosa moto italiana que tuve hace treinta y tantos años largos, a esa edad en que te crees invulnerable; cuando eres joven, inconsciente y capaz de salir de viaje nocturno cayendo lluvia a manta, atravesando a ciegas pantallas de agua pulverizada de un camión por carreteras de doble dirección, y crees que estamparte contra un coche o un árbol, a 160 kilómetros por hora, es algo que solo puede pasarle a otro, y nunca a ti. El caso, como digo, es que estoy mirando la moto y al usuario con una punzada de nostalgia. Bajo el casco y el barbur, el mensaka parece motero veterano, treintañero largo. Está tranquilo y a lo suyo, abiertas las piernas, las botas militares apoyadas en el suelo, pendiente de que el semáforo pase a verde. Pensando en sus cosas, supongo. En que va retrasado en las entregas, o a quién votar en las municipales. Cualquiera sabe. Y en ese momento, despistado al volante, frenando en el último instante porque no se había fijado en el semáforo, llega el pringao.

No hay golpe fuerte. Solo el chirrido del frenazo sobre el asfalto,¡riiiiias!. Miro a mi derecha y veo que un coche, deteniéndose casi de milagro en el último momento, golpea ligeramente la moto por atrás. Apenas un toque en el neumático de la rueda trasera,¡cloc!. Lo justo para que, sin hacerle desperfectos visibles, la moto salga despedida tres o cuatro metros adelante, con el motero pateando a un lado y a otro en desesperado esfuerzo por mantener el equilibrio. Y lo consigue, el tío Logra estabilizarse un trecho más allá, pasadas las marcas de pintura del paso de peatones, y desde se vuelve para comprobar qué diablos ha ocurrido. Entonces ve el coche detenido donde antes se encontraba él, y al conductor que, petrificado, las manos agarrotadas en el volante y expresión estupefacta, lo mira reponiéndose del susto. Acojonado.

Entonces asisto a una escena memorable. Con una sangre fría envidiable, tras quedarse unos instantes mirando hacia atrás como si no diera crédito a lo ocurrido, el mensaka se baja de la moto, la pone sobre la pata de cabra, echa un vistazo comprobando que no hay daños de importancia, y luego se acerca despacio al automóvil, tomándose su tiempo. Es un tipo de aspecto rudo, vigoroso y con aparente buena salud. El casco negro, del que sólo ha levantado la visera, refuerza su aspecto amenazador. Y huelga señalar que, para entonces, los conductores de los tres o cuatro coches que estamos cerca seguimos el asunto con atención no exenta de morbo, haciendo cábalas sobre si el primer guantazo se lo va a dar el mensaka al conductor con la derecha o con la izquierda, o si se limitará a enumerarle a gritos la relación completa de sus muertos más conspicuos y frescos. El del coche debe de andar en cálculos parecidos, pues permanece atrincherado tras el volante, igual de blanco que una hoja de papel marca El Galgo. Y en ésas ocurre la cosa.

Siempre despacio, sin alterarse, el mensaka a llegado a la altura del conductor y se inclina a mirarlo. Éste es más bien de perfil tiñalpa, con poca chicha. Salta a la vista que no sabe qué hacer no decir, y que teme le pongan la cara como un mapa de carreteras. Entonces, cuando el motero tiene ya apoyada una mano en el abridor de la puerta, lo veo inclinarse un poco más, mirando hacia el asiento de atrás del vehículo. Sigo la dirección de su mirada y descubro a dos enanos de ocho o diez años, niña y niño, sentados allí, con sus cinturones de seguridad puestos. En ese momento, el mensaka hace una de esas cosas que a veces, hasta en los momentos más negros de la vida, puede reconciliarte con el ser humano. Se queda inmóvil un instante, como pensándoselo, la mano aún puesta en la puerta del coche. Luego se yergue despacio, mira al conductor y le suelta esta frase inmortal: " Un día te vas a matar, gamberro". Y eso es todo. Después, sin esperar respuesta --el otro sigue sentado, sin arresto siquiera para balbucir una excusa--, el mensaka se dirige a la moto tan tranquilo como vino, echa un último vistazo para confirmar que no hay desperfectos, sube a ella, la pone en marcha y se va. Yo meto la primera y arranco a mi vez, pues suenan detrás bocinas impacientes de coches, y veo al motero perderse en el trafico, a la entrada de un túnel. Entonces caigo en la cuenta de que ni siquiera he podido verle la cara. Y pienso que es una lástima. Me gustaría reconocerlo en cualquier calle, con la moto parada. Aparcar cerca, señalarle el bar más próximo e invitarlo a una caña.


http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/573/el-mensaka-del-semaforo/

miércoles, 8 de diciembre de 2010

2ª Cabalgata solidaria Desterrados/Magaya Astur.

Por segundo año consecutivo el foro de Desterrados y la Asociación Magaya Astur organizan una cabalgata solidaria en favor de los niños del centro de Madre Isabel Larrañaga,en Gijón.

Este año hemos conseguido que los medios se hicieran eco de la iniciativa,y así de guapos nos sacaron por la TPA.


Si alguien es de por aquí cerca y quiere colaborar con algún juguete tiene tiempo hasta el 17 de diciembre,puede contactar conmigo a través de este mismo blog y puedo pasar a recogerlos.

Si no aun tiene tiempo de llevarlos a la cervecería el Frontón en Gijón el día 10 o a la Iguana,en Avilés,el 12.

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